Resumen

Un viaje de costa a costa. Seis meses de aventuras y desventuras. De Barcelona a Boston. Y como el original Thin white duke decía en la canción que le dio este sobrenombre: "The european canyon is here".

viernes, 14 de mayo de 2010

Concierto de Bunbury

Llegó el momento. El sábado a las 7 de la tarde empezaba el concierto. Una hora extraña en un lugar no habitual ni para él ni para mi. Siempre lo he visto en salas grandes, con mucho público, y ahora tenía un concierto de 500 personas.



Primero quedé con otros españoles en el Boston Beer Works, una cervecería muy curiosa, que fabrica su propia cerveza y solo vende su propia marca. Allí puedes ver incluso el proceso de fabricación.

Una vez dentro del House of the Blues, donde se celebraba el concierto, y cuando se apagaron las luces, la gente enloqueció. Muchos de ellos no habían visto nunca a Bunbury y se lo tomaron como el acontecimiento del año. No paraban de hacerse fotos con en el escenario de fondo y grabando lo máximo que podían del concierto.

Una vez visto el concierto, entiendo la fama que se ha ganado la nueva banda. La primera vez que los vi hace casi dos años, no me gustó nada el sonido, pero ha cambiado completamente. Se han hecho suyas las canciones y cada uno de ellos tiene un rol en el escenario. El calvo (Jordi Mena) es el Carlos Raya de Bunbury. Toca cualquier instrumento con cuerdas: eléctricas, acústicas, pedal steel, banjo... El guitarra rítmica, es el que intenta dar el toque de espectáculo, sin dejar de moverse y pegando saltos todo el concierto. El nuevo pianista, lo tiene más difícil. Copy tenía un toque especial tocando el piano, y aunque éste intenta mantener el toque mediterráneo y latino en las canciones, no logra aportar su propia personalidad. Solo le vi un gran trabajo en el extranjero, donde llevó el peso de la canción con un... acordeón! Nada que decir de Ramón Gacías, el bateria, la única persona que Bunbury ha mantenido en sus 14 años de carrera en solitario. Se lo sabía todo al dedillo.

Bunbury estaba aún más suelto que de costumbre. Supongo que tenía ganas de tocar para minorías y hablaba mucho más de lo habitual y no dejaba de moverse y actuar en cada canción. Regaló varias púas durante todo el concierto e incluso bajó del escenario un momento a saludar a las primeras filas. 

El primer cuarto del concierto fue dominado por un ambiente chill-out, acústico. De hecho en varias de las primeras canciones casi no se escuchaba la banda, ya que lo importante era Enrique, su voz y su guitarra. Canciones como "El tiempo de las cerezas", "De todo el mundo" o "Puta desagradecida". Luego, se desmelenó y empezó el Rock'n'roll con "Enganchado a tí" y una nueva versión, más reggae de "Viento a favor", de las más cantadas.



Poco más tarde, aún subió más de decibelios y puso toda la carne en el asador. Las canciones más potentes que tenía, empezando por "Los habitantes" (en directo es un cañón!), "Bujías para el dolor" y la gran sorpresa de la noche y con la que más me flipé..... "La senda"!!!! Vaya pedazo de versión, mucho más acelerada que con Héroes!



Después del subidón, continuó con un aire más cabaretero y latino. Canciones como "Solo si me perdonas" (suena muy bien con esta banda), "Sácame de aquí" y "Sí", pero sobretodo, las dos que los no-españoles de allí más se fliparon: "El Extranjero" (Nueva versión más mediterránea, con mensaje especial para Arizona) y la versión blusera de "Infinito". La primera por lo que significa la canción y porque Bunbury la dedicó a todos los que estábamos allí. La segunda porque casi no podía escucharle cantar, la gente gritaba más que él "Me calaste hondo.... y  ahora me dueles!".
Un chico de Madrid que venía y que no era gran fan de Bunbury, quedó alucinado por las tablas que tenía en el escenario. Se lo imaginaba más borde y serio.... un defecto bastante común. Acabó diciendo que cuando pudiera lo volvería a ver sin dudas. Él estuvo esperando a escuchar "Lady Blue", y cuando parecía que se iba a quedar sin escucharla, se encargan de tocarla en los bises, junto a la recuperada "Alicia". 

Las luces amenazaban con encenderse, cuando salió al segundo bis. Ahí tocó una nueva versión más rockabilly de "El hombre delgado" y una dedicada a los mejicanos, "Aunque no sea conmigo", para acabar con un clásico "Y al final".

Al concierto le doy un 9, por dos motivos. Primero porque haciendo una gira tan peculiar y por lugares pequeños como esta, aún podía haber escogido un repertorio más diferente y no tan estándar. Sólo 3 o 4 se salían de lo esperable. El segundo motivo es por que había leído que tocaba "En los brazos de la fiebre" y aquí la sustituyó por "la Senda".....podía haber tocado las dos......o las tres, porque también eché de menos "La chispa adecuada"....

En todo caso, ver al maestro, siempre te deja con un buen sabor de boca.


PD: Las fotos son mías, pero los vídeos no (incluso algunos son de otros conciertos en USA). El tema es que Vimeo ha hecho un truño de conversión de sonido y parece que Bunbury hable un idioma extraterrestre...

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